El Día del Laico en México y cómo nos organizamos.

En el último domingo del tiempo ordinario y en la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, la Conferencia del Episcopado Mexicano, estableció que se festeje en toda nuestra Patria el Día Nacional del Laico, con la particularidad de que el beato y mártir Anacleto González Flores es a partir del 11 de julio de este año, el Patrono de los Laicos mexicanos.

Pero ¿Quién es Anacleto González Flores? El Patrono de los Laicos mexicanos.

Les podemos contar que Anacleto nació en Tepatitlán, pequeño pueblo del Estado de Jalisco, cercano a Guadalajara, el 13 de julio de 1888. Sus padres, muy humildes, eran fervientemente católicos. De físico más bien débil, ya desde chico mostró las cualidades propias de un caudillo de barrio, inteligente y noble de sentimientos.

Al llegar a los veinte, ingresó en el seminario de San Juan de los Lagos, destacándose en los estudios de tal forma que solía suplir las ausencias del profesor, con lo que su antiguo sobrenombre quedó consolidado: sería para siempre «el Maistro». Luego pasó al seminario de Guadalajara, pero cuando estaba culminando los estudios entendió que su vocación no era el sacerdocio. Salió entonces de ese instituto e ingresó en la Escuela Libre de Leyes de la misma ciudad.

Existe una anécdota en 1918, donde la ACJM de la ciudad de México lo invitó a dar una conferencia en la capital. Cuando llegó a la estación, los que lo esperaban, que no lo conocían, quedaron poco impresionados por el tipo desgarbado de Anacleto, sus ojos hundidos y soñadores. Horas después subió al escenario con su atuendo sencillo, ante un auditorio donde predominaban los jóvenes. Cuenta uno de ellos que los primeros diez minutos provocaron un gran desconcierto. «¿Ésta es la maravilla que nos manda Jalisco?», se preguntaban por lo bajo. Sin embargo, el tono del discurso, monótono al principio, fue creciendo. Su pensamiento se lanzó a las cumbres. Tras una hora, que pasó fugazmente, la sala estalló en aplausos. «Vibraban nuestras almas al unísono con la suya», dijo uno de los oyentes.

A finales de 1926, luego de haber agotado todos los recursos legales y cívicos para evitar que el Estado cometiera más abusos contra la Iglesia, se unió a la “Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa”. En 1927 y durante la Guerra Cristera fue aprehendido el 1 de abril; lo torturaron para que revelara el paradero del Arzobispo de Guadalajara. A cada golpe de sus torturadores él respondía “No lo sé, y si lo supiera, no lo diría”, también le decían ¿quiénes son los jefes de esa maldita Liga que pretende derribar a nuestro jefe y señor el General Calles? y él respondía: “No existe más que un solo Señor de cielos y tierra. Ignoro lo que me preguntan…”

En la tortura desarticularon sus extremidades, le levantaron las plantas de los pies y a golpes le desencajaron un brazo. Antes de morir dijo: “perdono a usted de corazón, muy pronto nos veremos ante el tribunal divino, el mismo juez que me va a juzgar, será su juez, entonces tendrá usted, en mí, un intercesor con Dios”.

Anacleto González Flores encabezó la lista de 13 beatos que fueron elevados a los altares el 20 de Noviembre del 2005, en Guadalajara, Jalisco.

En julio de 2019, el beato Anacleto González Flores fue nombrado patrono de los laicos mexicanos por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y el ejemplo de su devoto amor por Dios nos recuerda que “el camino de la santidad es un martirio vivificante que solo es posible gracias a la fuerza de Dios”, como nos lo recuerda Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola Secretario General de la CEM, cuando dio a conocer la gran noticia.

Y a casi 100 años de que el beato Anacleto fuera mártir ¿saben cómo están organizados los Laicos en México para Ser y Hacer Iglesia?

Les podemos contar que a nivel nacional existe un organismo dependiente de la CEM, o sea de los obispos llamado DELAI, que a grandes rasgos es la Dimensión Episcopal para los Laicos, actualmente está coordinada por Mons. Víctor Alejandro Aguilar Ledezma quien es obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Morelia y quien también a compartido Fines de Semana con Encuentro de Novios.

La DELAI es esencialmente la oficina dedicada al estudio, atención y promoción de la vocación de los laicos en la Iglesia de México, pero también apoya a aquellas entidades que su misión, visión, ser y quehacer están pensadas para ayudar en la formación e impulso del laicado en México.

Entre esas organizaciones que están directamente relacionadas con la DELAI, se encuentran el Consejo Nacional de Laicos (CNL) y Juntos por México (Unión Nacional de Movimientos Católicos AC).

El CNL tiene tres finalidades primordiales, la primera es mirando hacia vasto número de fieles, la segunda es poniendo atención hacia la comunión eclesial y la tercera es buscando el Bien de la Iglesia. El CNL se conforma por un representante de cada Provincia Eclesiástica y 6 personas designadas de entre los Presidentes Nacionales de los Movimientos Laicales reconocidos por la CEM.

En el caso de Juntos por México, la misión es trabajar aportando nuestros carismas institucionales y personales para llevar a la sociedad, mediante acciones conjuntas, una propuesta testimonial del Evangelio, con el solo interés de contribuir a la construcción de una sociedad libre, responsable y justa, donde se pueda vivir en paz, respetando la vida en todas sus etapas y expresiones.

Quienes forman parte de Juntos por México, son los presidentes y/o representantes y/o delegados de los movimientos, grupos, asociaciones y apostolados con presencia nacional. Ellos se reúnen cada mes en la Ciudad de México y cada tres años organizan el Encuentro Nacional de Juntos por México que en su próxima edición será en Guadalajara, la primera fue en Puebla y la segunda en Querétaro, en ambos casos se reunieron más de 5000 personas en cada edición.

Antes de terminar, queremos invitar a todos los lectores a que seamos laicos comprometidos con la política y la vida pública. Que hagamos todo lo posible por formarnos en temas de actualidad para dar razones de la fe en Jesús resucitado. Que seamos laicos y discípulos misioneros en la cultura, la academia y la educación. Que como movimientos laicales salgamos a las periferias.Y no olvidemos nunca que como laicos somos los responsables de incidir en lo social, económico, político y medios de comunicación.